Javier Osés presenta “La muchacha que silbaba cuando dejaba de llorar”, un grito de rebeldía contra el cáncer

Fecha/Hora
jueves 30 de enero 2020.
19:30 - 21:00

Ubicación
Santos Ochoa CALVO SOTELO, 19

El día más triste de mi vida fue cuando los médicos, con una voz más fría que un témpano de hielo, me comunicaron que mi madre tenía un cáncer terminal y que, a lo sumo, le quedaba un año de vida. O quizá menos. El mundo se me vino encima. Lloré con amargura pues era el ser que más quería.

La amaba. La adoraba. “¿No hay ninguna posibilidad?”, les preguntaba. “Ninguna”, me contestaban. Era una injusticia.

Y por eso tenía que salvarla. Y si la medicina era incapaz de obrar el milagro, lo intentaría con la fabulación, con la imaginación, con la fantasía. Así que me puse a escribir una novela. Esta novela. En ella, yo soy un niño que vive con su madre en una aldea de la que sale en busca del Rey (representación del cáncer) para darle muerte. Y cuando lo encuentra, se une a su séquito e intenta asesinarlo, una, dos, cien veces, todas infructuosas, mientras su madre se va apagando poco a poco.

“Por lo visto, hasta la literatura tiene una lógica de la que no se puede escapar”, pensé derrotado poco antes de poner el punto final a la novela, aunque, para darme ánimos, recordé que la mayoría de los relatos de ficción suelen reservar una sorpresa en su último capítulo. La mayoría… pero no todos. ¿O sí?

 

En una abandonada mansión que emerge entre hortalizas, árboles y flores en su localidad natal (Villar de Torre, La Rioja) escribe Javier Osés sus novelas. La primera, titulada El estudiante de San Millán enamorado, era un canto a la belleza del castellano nacido en los monasterios de San Millán de la Cogolla, así como una declaración de amor a la mujer deseada y a los tiempos de libertad y de rebeldía ya idos. La segunda, Un millón de amigos, estaba inspirada en los abusos sexuales de un novicio sobre compañeros de estudios en un internado de Logroño. Y la tercera, La muchacha que silbaba cuando dejaba de llorar, relata los intentos de un niño por dar muerte al cáncer para liberar a su madre la enfermedad. Antes, Javier Osés escribió la historia del centenario café Moderno de Logroño, trabajó en casi todos los medios impresos de La Rioja y fue director de El Periódico de Álava. Y aun antes, cayó enredado de pies y manos en las exuberantes trampas de la literatura.