Canto de amor y optimismo

UN ASUNTO NO HUMANO (Fragmentos) Iba de capa negra, sombrero de ancha ala, toda de negro vestía era la Muerte misma, no le gustaba la vida. Más que caminar volaba de ágiles que eran sus piernas, de súbitos que eran sus pasos era la Muerte misma, nadie le había visto la cara. Ella no temía a nadie, todos la temían a ella, muy segura de sí misma siempre hacía lo que quería, nunca, nunca titubeaba. Pronto todos supieron que la Muerte se dirigía hacia el Tribunal del Tiempo. El miedo se apoderó de los que estaban adentro. Rápido el Tiempo actuó, un segundo le bastó para establecer orden. Todos guardaron silencio. Aunque nadie pudo verlos después todos lo decían, en la entrada del tribunal fue donde se encontraron.